- Asiste donde un odontólogo de confianza
- Ve acompañado: Pide a un familiar o amigo –que no tenga miedo al dentista- que te acompañe a la cita.
- Elige una cita a primera hora de la mañana: Así tendrás menos tiempo para pensar en tu fobia e ir acumulando ansiedad durante el día.
- Aprende técnicas de relajación.
- No llegues antes de tiempo a tu cita: Trata de llegar a la hora en punto para no tener que esperar en la clínica. En la sala de espera puedes sentirte más ansioso ante los sonidos y olores.
- Planea una primera cita “suave”: puede ser una revisión o una limpieza, y puedes aprovecharla como una manera de conocer un poco más a tu dentista en una visita totalmente libre de ansiedad.
- Acuerda una señal para avisar que te sientes incómodo: Puedes acordar con tu dentista una señal concreta para indicarle que necesitas un descanso y quieres que pare. Así tu tendrás el control.
- Consulta la posibilidad de tomar medicación para relajarte: te animamos a preguntar a tu dentista si puedes tomar algún tipo de medicamento para calmar los nervios. Eso sí, te recordamos que nunca debes tomar ningún medicamento sin consultar a tu médico u odontólogo.